A veces Dios te pide esperar, pero tu y yo sabemos que siempre será mas fácil decirlo que hacerlo.
Personalmente me molesta la espera, soy impaciente, siempre quiero tener o hacer ya lo que deseo, pero, digo amar a Dios, y en muchas ocasiones me ha pedido esperar y ¿qué he hecho'... lo que he querido y no he esperado, he desobedecido. Como consecuencia han venido problemas, he caído en errores que me han traído miles de inconvenientes, y haciendo una retrospectiva, hubiera podido evitarlos solo con la simple acción de la espera, y digo acción porque muchos creen y asocian la espera con inoperancia o falta de acción. No. La espera es un tiempo en el que debes cesar en una área de tu vida, por lo tanto dicho tiempo lo puedes usar para hacer crecer otras, porque si haces una introspección, te darás cuenta... las tienes muertas o descuidadas.
Dios no te pedirá que esperes si no tiene algo para enseñarte durante o al final del tiempo de tu espera.
Lastimosamente no hay fórmulas mágicas que hagan de la espera el periodo más feliz de nuestra vida, pero si hay consejos que la harán más llevadera:
- No pienses tanto en lo que harás cuando la espera termine, esto aunque es agradable por un momento, puede generar ansiedad.
- Has otras cosas que has descuidado o dejado de lado, aún intenta hacer cosas nuevas.
- No desesperes, confía en Dios y en lo que te ha prometido, si El te lo dijo, El lo hará.
- Obedece, no abortes a mitad del tiempo, piensa en la recompensa que trae la paciencia.
- Disfruta, no hay razón para amargarte o sufrir.
- Establece un final para la espera, no hay esperas eternas, ora y establece un tiempo prudente, esto te hará bien.
- Cree. Al final de la espera tu decides si valió o no la pena creer, pero por lo general siempre serás recompensado.
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