Cada uno de nosotros tiene puntos de resignación. Esto es: donde alguien prueba tu paciencia hasta cierto nivel y tú dices: «¡Se acabó!» Entonces te rindes y te resignas.
Ese es tu punto automático de resignación predeterminado.
¿Cuáles son algunos de tus puntos de resignación?
Todos nosotros los tenemos. Quizás sea cuando alguien nos da problemas. Quizás sea cuando las cosas no salen exactamente de la manera que nosotros las queríamos. Quizás sea cuando algunos se rehúsan a escucharnos cientos de veces, así que los tachamos en nuestras mentes y corazones. Nos resignamos porque su inmadurez o falta de atención escaló a nuestros niveles de renuncia.
Como un oponente militar, que complota las coordenadas de un submarino al que planea interceptar, también nuestro subconsciente registra cuánto puedes soportar; en qué punto preciso en la medida de dolor, resignarás.
Ahora, mírame a los ojos: Aunque estés bajo presión, no te rindas!
No se qué recordarán mis hijos de mi, cuando ya no esté aquí, pero si alguno de ustedes me sobrevive, espero que los escuchen decir que nunca me he rendido. Que he soñado hasta el último día de mi vida y que he elevado mi umbral de resistencia.
Autor: Dante Gebel
Autor: Dante Gebel
Resistir te hace valiente, resignar...bueno ya lo debes saber.
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