Hace poco leía en una publicación de la red: ¡¿Cuántos finales trágicos se evitarían si las señales de peligro fuesen visibles y respetadas?!, y no pude evitar pensar en ciertos acontecimientos que muchos de nosotros podemos y, humildemente creo, deberíamos tomar como señales. Alguien podría preguntarse, ¿señales de qué?, pues nada más y nada menos que las señales de que estamos viviendo al filo del final, a punto de terminar, sucumbir, fenecer, terminar, extinguirnos, culminar...etc.
Algunos de los acontecimientos que deberían llamar nuestra atención: desastres, guerras, hambrunas , pandemias, aumento de la inmoralidad sexual, crecimiento desmesurado del odio por todo lo referente a Dios, acelerado culto al ego y el pensamiento humano... entre otras.
Pero en este post no quiero hacer un estudio exegético y escritural sobre profecías. Me gustaría si hacer hincapié en nuestra frase inicial: "¡¿Cuántos finales trágicos se evitarían si las señales de peligro fuesen visibles y respetadas?!" y es que, a mi humilde parecer, no hay un final mas trágico para un ser humano que aquel y le conducirá a una eternidad sin Jesús. Muchos, indefectiblemente, terminarán así, nos parezca justo o no, ese será su fin. Pero volviendo a nuestra frase, esta tragedia se puede evitar, y no quisiera redundar en el tema, siempre espinoso de la evangelización; en este día me gustaría hacer notar que cualquier persona, sin importar su credo religioso, filosofía de vida, filiación política, social o de cualquier otra clase, podría, buscando de manera honesta, conocer que hay algo más y, entonces, esto hoy existente mañana podría, simplemente, no ser.
Ciertamente y el miedo no ha de ser un camino muy práctico para llegar al conocimiento de la verdad, más para algunos será el único capaz de conducirlos a ella; claro está que no es mi intención el usar o aconsejar dicha emoción como conducto hacia el conocimiento de la verdad, más bien puedo decir y el miedo no será sino una mera herramienta en las manos del maestro para llevar a unos cuantos a adquirir el conocimiento requerido para iniciar una vida de fe.
Muchos pueden tomar los acontecimientos mundiales hoy día como simples eventos acumulables en la estadística e historia futura, como meras anécdotas de un futuro, para mi incierto, aunque para ellos excitante y prometedor. Y es que al igual como ocurrió en la mitad del siglo pasado cuando en Europa se levantaba un "hombrecillo" con ínfulas de grandeza, a quien nadie con dos dedos de frente le auguraba un futuro prominente en la política, terminó por ser uno de los "mejores" prototipos de lo que nosotros los creyentes consideramos será el anticristo. ¿Hubo señales?, muchas, ¿se atendieron?, no. Y ese es el punto. Muy pocos hoy día, a nivel secular, y más preocupante, dentro de las congregaciones religiosas, se percatan de las señales que nos rodean, son como luces de neón a lado y lado de la carretera avisando el peligro que espera adelante, pero ¡cómo nos gusta ignorarlas!.
Sólo espero y las señales que hoy día son abrumadoras, no pasen desapercibidas para muchos incrédulos y, para nosotros los creyentes, dejen de ser motivo de discordia y pelea para convertirse más bien en una preocupación creciente y ardiente por ir a anunciar al mundo entero que todo esto que ocurre ya estaba escrito y habla de un final para nosotros que puede ser de eterna paz o eterna condenación. Evitemos el final trágico...las señales son visibles sólo debemos acatarlas.
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