Si te gusta...

7 errores cometidos por ateos. Parte 1.

No es que los ateos no tengan buenos argumentos – es que hay algunos argumentos que ya han sido derrotados y algunos ateos persisten en utilizarlos. Aquí mencionamos algunos.

Nota Importante

Hay varios tipos de ateos. Están los que son excelentes conversadores, dispuestos a escuchar y son intelectualmente honestos. Este artículo no habla de esos. Hay muchísimos ateos que son muy racionales y estudiosos, con buenos argumentos. Sin embargo, hay quienes sólo tienen enojo en contra de la iglesia, repitiendo argumentos irracionales e indispuestos a escuchar los contra-argumentos. Estos tienden a ser de mente cerrada y demandan evidencias experienciales ridículas (como que su nombre aparezca en las nubes y Dios se aparezca en su cuarto). Es de éstos últimos que hemos escuchado los siguientes errores. [Entendemos que también hay Cristianos que caen en la descripción dada, ¡pero eso amerita otro artículo!]

1. “Jesús nunca existió.”

La realidad es que la evidencia para la existencia de Jesús es muy convincente, para quién esté dispuesto a estudiarla. Hemos escrito sobre este tema anteriormente, aunque entendemos que bastaría con los pensamientos de los expertos en el tema – como Paul Maier, Profesor de Historia Antigua, que dice:
La totalidad de la evidencia es tan abrumadora que sólo los intelectos más superficiales se atreverían a negar la existencia de Jesús.

De las críticas mas fuertes viene del erudito no-Cristiano Maurice Casey, uno de los más prominentes historiadores Neotestamentarios hasta su reciente muerte. Dio con el clavo: Esta postura [de que Jesús no existió] es demostrablemente falsa. Es promovida por un lamentable prejuicio ateo, que menosprecia todas las fuentes primarias conocidas y las personas Cristianas. […] Muchos de sus proponentes son extraoridiariamente incompetentes.

Por último, el historiador ateo Tim O’Neil dice: Después de más de 30 años de observación y de tomar parte en debates de historia con muchos compañeros ateos puedo decir con seguridad que la mayoría de los ateos son históricamentes analfabetos. No es algo único de los ateos: son tan históricamente analfabetos como la mayoría de las personas, porque el analfabetismo histórico es la norma. Sin embargo, cuando muchos ateos (no todos) hacen comentarios sobre la historia o, peor, intentan utilizar historia en debates de religión, usualmente lo hacen con un entendimiento sobre el tema que se quedó en la escuela secundaria.
Continúa diciendo: Muy a menudo muchos ateos pueden ser polemistas cuando tratan con el pasado, sólo acreditando información o análisis que encaja algún argumento en contra de la religión que intentan hacer, mientras menosprecian, descartan o ignoran evidencias o análisis que no va de acuerdo con su agenda.

2. “No me toca probar que Dios no existe.”

No necesariamente.

Como regla general de retórica, la responsabilidad de proveer pruebas de lo que se dice es de la persona haciendo la afirmación. La razón de esto es sencilla: si yo digo que tengo un conocimiento, entonces necesito demostrarlo. Por ejemplo, si yo digo que Dios existe, estoy diciendo que tengo el conocimiento de la existencia de Dios – por lo tanto, me toca demostrar la existencia de Dios.

El problema es que muchos ateos dicen tener el conocimiento de que Dios NO existe, pero no quieren demostrar tal conocimiento. Tal vez piensan que es suficiente “derrotar” la postura teísta – pero no lo es. Una cosa es que un ateo entienda que no hay buenos argumentos a favor de la existencia de Dios, pero es otra cosa por completo decir que Dios no existe. La persona que entiende que no hay buenos argumentos a favor de la existencia de Dios, como mucho, llega a ser escéptico – no ateo. El ateo afirma el conocimiento de que Dios no existe, por lo cual es necesario que el ateo que afirme que Dios no existe exponga argumentos que prueben su postura.

3. “No se puede probar que algo no existe.”

En un debate con el Dr. John Shook, William Lane Craig le responde a un ateo que hace esta afirmación (puedes ver el clip de 40 segundos aquí). Craig responde: “Eso es tonto. ¡Claro que se puede probar que algo no existe! Podemos probar, por ejemplo, que no existen Tiranosaurios Rex vivos en la faz de la Tierra; podemos probar que no hay musulmanes en el Senado de los Estados Unidos; o, como dice el Dr. Shook, si se puede demostrar que algo es auto-contradictorio, no existen los hombres casado-solteros. Así que esto es una frase atea que se escucha mucho a nivel popular, pero es una frase que los ateos sofisticados no usan porque es fácil probar que algo no existe.”

Escribimos sobre este tema mucho más a fondo en el artículo encontrado aquí.

4. “La Biblia no es histórica.”

La Biblia sí es historia, ya que es una biblioteca (66 libros) de textos históricos que nos provee con información. Fue escrita a través de 1.500 años, por más de 40 autores en tres diferentes continentes y en tres idiomas distintos. Con relación al Nuevo Testamento (que es parte de la Biblia), uno de los historiadores escépticos más conocido – Bart Ehrman – dice lo siguiente: Si los historiadores quieren saber qué fue lo que Jesús dijo e hizo, están más o menos confinados a utilizar los Evangelios del Nuevo Testamento como fuentes principales. Debo enfatizar que no es por razones teológicas o religiosas que estos, y sólo estos, textos deben ser confiados. Es por razones históricas, simple y sencillo.

Así que, de acuerdo con uno de los más prominentes hitoriadores, la narrativa bíblica se puede utilizar para “razones históricas, simple y sencillo.” Richard Burridge, un erudito de exégesis bíblica, dice: Los Evangelios deben ser juzgados por medio de los criterios del Primer Siglo y yo entiendo que son documentos confiables. Comparten, de forma esencial, la misma historia del ministerio público de Jesús, sus enseñanzas, sus predicaciones, sus actividades, sus sanaciones y los eventos de la semana antes de su muerte – y el hecho de que algo muy extraño pasa después.

Además es comúnmente aceptado que Los Evangelios son biográficos en su naturaleza, lo que significa que constituyen historia a base de una figura histórica. Como menciona Graham Stanton en su libro ‘Jesus and Gospel’: Los Evangelios son ampliamente considerados como un sub-conjunto del amplio y antiguo género literario de biografías.

David Aune, especialista en géneros literarios antiguos también comenta: Por lo tanto, aunque [los escritores de los Evangelios] claramente tenían una agenda teológica importante, el mero hecho de que decidieron adaptar las convenciones biográficas de los Greco-Romanos para decir la historia de Jesús indica que estaban primeramente preocupados por comunicar lo que ellos entendieron que realmente sucedió.

En fin, los narrativos bíblicos (incluyendo el Antiguo Testamento) son recursos históricos.

Tomado de aqui.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Consejos, palabras, historias...¡cuéntanos!

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *