Todos hemos tenido sueños en nuestra vida, aún soñamos, con una mejor vida un mejor empleo, entrar a la mejor universidad, el hombre o la mujer ideal que me acompañará el resto de mi vida... llegar al cielo. Y aunque todos podemos soñar y soñar y desear, anhelar, esperar; la verdad es que mis sueños no llegarán a hacerse realidad solo por el hecho de soñarlos. El estar en mi mente o en mis planes no es un indicador seguro de su consecución o realización. La cruda realidad es que tal vez no los logre y no por falta de deseo.
Aquí entrarán quienes digan "la fe mueve montañas" y... si... pueden tener la razón, pero me pregunto y les hago extensivas mis dubitaciones: será que si Abram hubiese tenido solo fe y no se llegara a su esposa creyendo, ¿igual hubiera tenido al hijo de la promesa? o si Moisés hubiera escuchado a Dios en la zarza y no parte hacia Egipto, ¿se habría liberado igual al pueblo?. Sé que sí, Dios se hubiera valido de otros medios, de otros hombres, pero eso hubiera sido mera intervención divina sin participación humana, la historia sería diferente y mis dubitaciones no tendrían sentido. Pero me gusta pensar que, a pesar del deseo de Dios por hacer su perfecta voluntad, aún cuenta con nosotros como hijos y piensa en nuestros propios deseos y busca la manera, su manera, para hacerlos realidad y, con ello, hacernos felices.
Pero volviéndome al tema inicial, hoy y siempre soñar no ha sido suficiente. Nunca he visto o conocido a alguien que pueda decir y consiguió estar donde quería estar solo soñando, quieto, esperando y eso se hiciera realidad; todos tuvieron momentos difíciles, se probó su carácter, su deseo también estuvo a prueba y su motivación se encontró bajo fuego y aquel que simplemente ganó la lotería y se hizo millonario (si ese era el lugar dónde quería estar), al menos materializó su deseo al comprar el billete o boleto que lo catapultó hacia su deseo. Mi punto hoy se centra en la falta de acción concerniente a este mundo hoy día. Hombres y mujeres, creyentes o no creyentes se encuentran en una situación de esclavitud. Si ya sé que a los creyentes Jesús nos hizo libres, pero también es cierto y nos hemos vuelto esclavos de otras cosas: las congregaciones, son un ejemplo, y qué decir de los "adoradores de la adoración" o tantas otras formas de religiosidad, vistas hoy, empañando y trayendo frustración a la vida de tantos.
Soñamos con predicar a las naciones y no le hablamos al vecino o a nuestro familiar, anhelamos cantar y elevar su nombre en gloria frente a multitudes y no lo hacemos en el culto los domingos, deseamos construir edificios, ser doctores, abogados, ingenieros, pero no estudiamos porque: "primero está el servicio a Dios", y por poner en primer lugar al servicio y no al Dios quien te dijo que estudiaras, te prepararas, salieras a predicar o cantaras en el culto, es que hoy eres un mero soñador y no estás viviendo tu sueño.
Recuerda que los cementerios están llenos de libros sin escribir, amores sin confesar, cartas y poemas sin enviar, besos y abrazos sin dar, pero lo peor de todo es la cantidad de hombres que partieron siendo buenos soñadores pero sin ver su sueño hecho realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario