Rom 8: 38-39 nos
cuestiona sobre quién nos podrá separar del amor de Dios, pero no sé qué tan
literal y cierto sea esto en nuestro diario vivir, Siempre se nos hace fácil
repetir como loritos los versículos que en la Iglesia o congregación a la que
asistimos, nos señalan como importantes o que son promesas de parte de nuestro
Dios. Con esto no quiero invalidar la sana costumbre que es el memorizar textos
bíblicos, mas sí, es mi deseo el que podamos reflexionar sobre el poder que
puede o no ejercer la palabra en nuestra vida.
Cuando la Biblia nos
habla de que la muerte, la vida, entidades sobrenaturales, desastres o
creaciones de hombres, no son suficiente para separarnos del amor de Dios,
literalmente quiere significar que NADA, absolutamente NADA, puede hacerlo. El
escritor usa estas figuras como unos muy buenos ejemplos y como generalizadores
de las cosas que podrían hacernos pensar que Dios ha dejado de amarnos.
Pero
con el correr del tiempo la palabra de Dios se nos hizo insuficiente y corta,
porque quisiéramos que se agregaran unas cuantas cosas más a la lista o
simplemente argumentaríamos que debería ser más específica. Nos gustaría que
rezara algo similar a esto: "por lo cual es altamente probable que ni las
deudas, ni los ladrones, los asesinos, los trancones, el trabajo, la escasez,
la enfermedad, la tecnología, el terrorismo, los derrames de petróleo, las
burbujas inmobiliarias, las caídas de la bolsa, la pornografía, las redes
sociales, los chismes, las murmuraciones, las falsas acusaciones, los malos
testimonios y todo lo demás que aquí no se dice, pero tu Señor sabes y puedan
preocuparme, nos podrá separar del cariño o afecto (o cualquier
"buen"sentimiento que te despertemos oh Dios) , que es en Cristo
Jesús Señor de muchos."
¿Qué nos parece?, ¿así
está mejor?, ¿también crees, como muchos, que Dios debe ser más específico?. El
añadir o quitar a su palabras es altamente condenado por El,
pero, como en muchas otras cosas, a nosotros nos gusta hacerlo y sólo
por el hecho de no tener conocimiento y por no entender alguna palabra que está
escrita en la Biblia entonces creemos que Dios no nos habla de lo que nosotros
precisamos en momentos puntuales de nuestra vida.
Si somos sinceros y
hacemos un análisis de lo que nos impide servir a Dios, orar y buscarle, nos
daremos cuenta que son pequeñeces, que ante nuestra incredulidad, ayudada de
nuestra dureza de corazón, logran hacernos dudar de la bondad de Dios, de su
amor infinito por nosotros, de su grande misericordia y paciencia...aún de su
existencia. Son esas pequeñas zorras que destruyen las viñas, los plantíos de
nuestro Dios: nuestra vida.
Somos expertos en
culpar al demonio, a las circunstancias, a los demás y no vemos cómo nuestras
malas decisiones, la falta de Fe y estudio de la palabra nos llevan al error y
hacen que poco a poco nos separemos, sin percatarnos, del amor de Dios.
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